viernes, 12 de julio de 2013

Los Indignados a Indignantes en las Tomatinas

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Desde hace unas semanas los indignados colombianos salieron a la luz pública con “tomatinas” y pancartas contra la clase política dirigente entre ellos el famoso protagonista senador Roy barreras, Alejandro Ordoñez como el procurador, un tal Alvaro Uribe Vélez, y como Pastrana, Andresito.

Los indignados tomatinos lanzaron esta fruta a las vallas de estos personajes de la farándula política.


Conocíamos  el tomate como un alimento para guisar, para ensaladas y útil para los hombres para prevenir la prostatitis. Igualmente en la ferias de Valencia, España y últimamente lo conocimos en el festival de tomatina  en Sutamerchan, boyacá.

Pero ahora los politicos y corruptos fueron presa de la tomatina.

Nacieron de la rabia, cólera, furia, ira de no poder hacer nada; mientras que los abusadores del poder y la ignominia politiquera se prestaban para prostituir a la política colombiana. La única manera que encontraron de hacerse notar fue la de invertir sus pocos ahorros construyendo vallas con las carátulas de los politiquero de turno, los sabiondos del poder, y lanzarles tomates, en señal de desagravio.

Los indignados tomateros, se tomaron el  poder de la indignación vieron la mentira descarada y lo confesaron “frente a nuestros ojos: unos políticos muy bien vestidos, con sus ademanes solemnes, posan como modelos para que una cámara les encuentre el mejor ángulo. Mentirosos, ladrones, oportunistas, falsos, traidores, mezquinos, tiranos, déspotas, explotadores, avaros, mafiosos, en síntesis: “buenos” políticos… Y sin embargo ahí están, porque cooptaron el poder. Porque dan miedo, porque han sabido manipular, y porque también hay quienes se les venden y nos venden, y por migajas, traicionan la democracia”.

Debido a esto ganaron muchos adeptos. Tan solamente en tres semanas las redes sociales pululan mensajes contra la clase política corrupta. Con 2.215 seguidores en twitter, con 1886 me gustas y 1915 personas hablando del tema. Creyeron que es causa de formarse como un partido político popular, pensaron que sería bueno lanzarse como podadora política y así estar cara a cara contra los protagonistas de las vallas. Estar más cerca de las peleas de catre como las de  Roy Barrera y Jose Obdulio Gaviria.

Todo está muy bien hasta aquí, pero que si el apoyo es contundente hacia el paso macabro de la política, también es contundente la tomatina que el mismo partido  y el pueblo les va a dar.

Conozco muchos politiqueros que nacieron de la indignación, se lanzaron a la votatina porque estaban indignados con los politiqueros de turno; tenían buenas ideas e iban por las esquinas, cocinas y bares comentando su indignación y eran embajadores de los pobres, comprometidos con una labor social.

El dinero y el poder eran lo de menos en ese momento, lo importante era ayudar a los pobres, servir a los desvalidos y proteger a las viudas, asi reza la Santa Biblia. Ellos eran callados,  eran los antepasados indignados, los que les daba rabia, ira, indignación y morbo por los Mentirosos, ladrones, oportunistas, falsos, traidores, mezquinos, tiranos, déspotas, explotadores, avaros, mafiosos o sea los politicos.

Este era el pensamiento que tenían antes de llegar a curuliar. El pueblo se conmovía con semejante retorica pueblerina, porque con la mano en el corazón les dolía ver a una madres de familia joderse sola  tratando de sacar a sus hijos adelante, de esa comunidad ahogada en la inmundicia  y votaban por estos indignados. Al salir elegidos se sentaban en las sillas impregnadas de corrupción. Esa hediondez  se les prendió y nunca más volvieron a untarse de pueblo, las mujeres cabezas de hogar por quien luchaban eran la peste de la sociedad. Los indignados se convirtieron en indignantes para el resto del populacho.

De esta manera mis queridos indignados de Colombia, no estamos de acuerdo que su interés político se convierta en un interés particular de poder, odio, rencor y corrupción, al mejor estilo  de las telenovelas Exitosas.

“El diablo es puerco”


El poder y el dinero se convierten en los demonios de todo aquel que ocupan cargos importantes de decisión donde ven fácilmente que usurpar un poco de dinero no le hará mal a nadie.

Cuando ven tanto dinero en sus manos se asustan. Es como el que no ha visto a Dios y cuando lo ve se aterroriza. Cuando tienen el poder de decidir sobre el destino del dinero, el diablo los tienta, con disimulo miran a su alrededor y como nadie los ve, estilo chavo del ocho, se embolsillan una partecita. El diablo es puerco.

“En el partido del tomate van a mandar las ideas no las personas” dice un slogan de los de las tomatinas. Pero las personas portadoras de las ideas pueden ser presa de esos demoniacos seres: el poder y el dinero. Aquí es donde nace la corrupción. Y los inocentes políticos son presa de ese demonio. Ellos no tienen la culpa.

Asi que estoy indignado con los indignados por que se quieren convertir en la indignación del pueblo colombiano. “El hombre nace libre, el poder y el dinero lo corrompen”.

Mis amigos del tomate partido, solo termino diciéndoles que hace más desde afuera que allá adentro. Adentro está el diablo con su tenedor cocinando a los políticos y corruptos. 

Desde afuera podemos rezar con crucifijo en mano poder reprender el poder de Satanás.   No quiero que los papeles se cambien, ustedes se convertirán de indignados a indignantes. 

Ya no serán los que lancen tomates a las vallas, si no que estarán en las vallas recibiendo tomatazos.

Si se convierten en politiqueros, se perjudicaria la canasta familiar, la libra de tomate volveria a quedar por las nubes,  las ventas de los  abastos serian escasas, solo nos quedaría esperar el próximo festival de sutamerchan.

Autor: Un Indignado más


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